Ganar dinero con las apuestas: ¿es un mito o una realidad? ¿Existen realmente apostantes de éxito en el mundo? Esa es la pregunta que se hacen muchas personas que quieren hacer fortuna en este nicho. Hay algunos ejemplos positivos.
Apasionado de las apuestas deportivas desde los años 90, Bob Voulgaris ya se ganaba bien la vida a los 25 años. Además de su evidente talento, tiene la tenacidad y la determinación que todo apostador necesita. El hombre ha pasado horas y horas viendo la competición y estudiando a los jugadores. Esto le ha llevado al éxito. Podía apostar hasta un millón de dólares al día con hasta el 70% de sus ganancias.
Bob apuesta por el baloncesto. Se da cuenta de los matices y sutilezas de cada partido. Su atención a los detalles le permite hacer predicciones precisas. Además, el apostante estudia las acciones de los entrenadores.
Sin embargo, las cosas no siempre han sido fáciles en la vida de Vulgaris. En 2004, sufrió una gran derrota. Los métodos de predicción probados hasta entonces resultaron irrelevantes debido a los cambios en el juego. Subir la apuesta para volver a ganar llevó a un colapso. Así que Bob se tomó un descanso.
El fracaso nos llevó a reflexionar sobre cómo estar al día. Batter se puso a desarrollar un algoritmo informático capaz de procesar y analizar grandes cantidades de información. Junto con un amigo que había creado una simulación informática de un partido de baloncesto, se puso a trabajar. Fue un proceso lento. Sin embargo, cinco años después, su programa informático mejorado le permitió obtener buenas ganancias en las apuestas.
Bob también logró otro gran objetivo: convertirse en uno de los mejores asesores de la NBA. Esto le obligó a estar siempre en el candelero. Como resultado, el hombre se desilusionó rápidamente con ese trabajo y volvió a su rutina habitual de apuestas una vez finalizado su contrato. Y a su nuevo objetivo de comprar un club de baloncesto.
Muchas casas de apuestas no aceptaron trabajar con Lam Banker, mientras que otras trataron de entender su estrategia. Ya lo creo, porque este hombre tiene un éxito asombroso en las apuestas. Nunca ha trabajado, pero se ha buscado la vida. Coches lujosos, casas, los mejores gimnasios y una buena salud son la consecuencia de su éxito financiero.
Lam tiene un evidente talento para las apuestas. Sin embargo, él mismo afirma que la disciplina y el seguimiento de sus propias reglas le han ayudado. Cree que no hay que seguir ciegamente a la mayoría. Las apuestas elevadas son apropiadas en caso de suerte, pero para ganar de nuevo es una mala idea. Y tampoco aprueba la asunción de riesgos imprudentes. Hay que tener cuidado con las ganancias y no apostar más del 5% de todo el importe de la apuesta en un solo partido. Lem Banker también aconseja cuidar la salud y no insistir nunca en los fracasos.
A diferencia de muchos otros, este apostador no ha hecho alarde de quedarse en el interior. Su fórmula para el éxito es sencilla: un reparto juicioso de las apuestas. Para tener éxito, necesita ganar el 53% de las veces.
El propio Miller apuesta unas 2.500 veces al año. Para un partido, es una pequeña fracción del total de la apuesta. Así, no se arriesga a perder una fortuna. Y también ha habido pérdidas en el camino. Al principio de su carrera, perdió 13 veces seguidas.
Miller dice que en este negocio no hay que ser codicioso. Hay que guiarse por el cálculo frío, no por la emoción. Aunque la mayoría de la gente hace lo contrario y acaba arriesgándose y perdiendo.
Como muestra el ejemplo de estas personas, ganar dinero con las apuestas es real. Hay que reconocer que las derrotas se producen en todas partes, no hay que rendirse y hay que seguir las reglas con claridad. Y, por supuesto, la suerte también juega un papel importante en este negocio.